
Estos señores, que tan solo tienen que acudir tres días por semana, cuatro a lo sumo; a lo que se supone que es su "trabajo". Se pueden permitir el lujo de faltar sin que pase absolutamente nada. A final de mes van a seguir recibiendo sus 3000 Euros y santas pacuas. Que más da si la imagen de ayer era tan desoladora como la que os muestro más arriba, a ellos les vamos a pagar igual.
Eso sí, a ver a cuál de nosotros se nos ocurre no ir a una importante reunión, y para más inri, decirle a nuestro jefe que estabamos preparandola en la biblioteca de la empresa. Nos veo de patitas en la calle. Sin embargo, nuestro queridos diputados, a esos a los que parece que el madrugar no va con ellos, ahí seguiran, en sus respectivos escaños, como si nada hubiera pasado.
Resignación, es lo que nos queda.